¿Por qué alguien nos cae bien o mal sin conocerlo?
- Rosa Hidalgo
- 3 abr
- 1 Min. de lectura
Seguro que te ha pasado: ves a alguien por primera vez y ya sabes si te cae bien o mal. No han cruzado palabra, pero tu cuerpo ya tiene una opinión. ¿Por qué? La respuesta está en tu cerebro.

El juicio más rápido del mundo
En menos de un segundo, tu cerebro evalúa dos cosas: ¿es amigable? y ¿es capaz?. Si alguien te parece cálido y competente, es probable que te caiga bien al instante. Si transmite frialdad o inseguridad, algo dentro de ti se activa. Este sistema de evaluación automática lo propuso la psicóloga Susan Fiske, y está grabado en nuestra biología.
Tu amígdala no se toma descansos
La amígdala, una pequeña estructura en el cerebro, se encarga de detectar posibles amenazas. Si alguien tiene un gesto raro, una mirada intensa o simplemente te resulta muy distinto, tu amígdala puede disparar una alarma silenciosa: "protégete"
Emoción que se contagia
Gracias a las neuronas espejo, sentimos lo que el otro transmite. Si ves a alguien sonreír con autenticidad, lo más probable es que tu cuerpo reaccione con simpatía. Si está tenso o seco, puede que tú también te pongas en guardia sin saber por qué.
Tu cerebro también compara: "¿a quién me recuerda esta persona?". Si se parece a alguien que te hizo daño (o que te gustaba), puede que esa emoción se te active sin aviso.
¿Y entonces qué hacemos?
Las primeras impresiones son automáticas, pero no definitivas. Saber que tu cerebro toma atajos te da el poder de detenerte, cuestionar y mirar más allá. Porque a veces, lo que sentimos no habla del otro, sino de nosotros.
Comments